Los flamencos son una de las aves más bellas del planeta, al tiempo que son de las más especiales. Tener la fortuna de verlos en persona produce un bello recuerdo sobre estos increíbles animales, tan distribuidos por el planeta.
¿De qué manera es un flamenco?
Los flamencos son parte del orden de los fenicopteriformes, si bien ciertos los acostumbran a incluir en los ciconniformes. Los flamencos cuentan con 4 especies, de las cuales 2 se halla en América y las otras 2 en el continente europeo y africano.
Los flamencos pueden llegar a medir ciento veinte cm de longitud, alcanzando una extensión alar de ciento cuarenta cm. Su cabeza es pequeña, fusiforme y semeja más grande por su enorme pico, semiinclinado. Este pico cuenta con unos canalículos laterales que sirven como colador a fin de que el ave pueda conseguir su comestible natural: zooplancton y fitoplancton. Su cuello es largo y pueden supervisarlo a voluntad, lo que les deja conseguir unas posturas bien elegantes.
Una de sus mayores peculiaridades son sus patas largas, finas, rojizas y que acaban en 3 dedos delanteros que se hallan unidos por una membrana interdigital y un dedo siguiente. El aspecto es prácticamente idéntico en los dos sexos, con lo que cuesta mucho distinguirlos a simple vista.
Sus alas, siempre y en todo momento rosadas, cuentan con unas rémiges alares negras, que da un aspecto bastante precioso a la vista.
¿Cuánto tiempo puede vivir un flamenco?
La especie de los flamencos es considerada de larga vida. No pueden vivir tanto tiempo como un papagayo o bien un guacamayo, más la media de estos animales en libertad acostumbra a fluctuar entre los veinticinco-treinta años de media.
No obstante, los flamencos que viven en los zoológicos han llegado a superar los cincuenta años gracias a los cuidados que reciben, como por no estar en contacto con bacterias y otros agentes perjudiciales que puedan dañar su salud.
¿Es posible tener un flamenco como mascota?
Si bien resulte un animal plasmante y al que bastante gente le agradaría tener en su jardín, luciéndolo en un estanque, es imposible tener uno de estos animales.
Para iniciar, está prohibido por ley tener un flamenco como ave familiar. Segundo, se precisa de mucho terreno, y que este cuente con todo cuanto el flamenco pueda especificar para subsistir. Finalmente, es un ave que precisa de cuidados muy concretos, a los que no todo el planeta tiene acceso.
¿Por qué razón los flamencos tienen esa coloración tan especial?
Si hay algo que haga que un flamenco destaque sobre todas las otras aves, es su especial y curiosa coloración de color rosa. Mas, ¿a qué se debe que tengan esas plumas rosas tan refulgentes?
La razón es simple: las algas son parte de su dieta diaria, y estas poseen un sinnúmero de pigmentos carotenos. Merced a esto, sus plumas logran ese tono rosa lumínico, lo que quiere decir que el flamenco se nutre bien y es saludable. Además de esto, en su familia, un flamenco más rosado siempre y en todo momento es más deseable como pareja.
En cambio, en caso de que un flamenco adulto tenga las plumas blancas o bien pálidas quiere decir que está enfermo o bien que no ha comido lo bastante. Solo cuando son pequeños tienen el cuerpo cubierto de plumas blancas o bien grises.
¿Cuál es el comportamiento de los flamencos?
Los flamencos son animales muy sociables, en verdad, es la especie de ave más sociable que existen. Sus actividades de reproducción, defensa, busca de comestibles y demás tareas las efectúan en conjuntos.
Acostumbran a vivir cerca de grandes lagunas, ríos, bocas de mar o bien estuarios en los que puedan conseguir sencillamente comestible. Las colonias pueden ser sencillamente de cincuenta miembros o bien llegar a lograr los veinte miembros. Curiosamente, si bien sean un conjunto muy grande, asimismo se pueden formar pequeños conjuntos en esta colonia.
Un aspecto muy curioso del comportamiento de los flamencos es que los adultos están distanciados de los jóvenes a lo largo del día. Los más pequeños forman su conjunto, no lejísimos de los adultos, más si suficientemente apartados de ellos para no resultar una molestia en su tarea de buscar comida, aprendiendo entre ellos a como subsistir. Cuando viven en cautiverio su comportamiento no cambia mucho, pues forman conjuntos que no sobrepasan los trescientos cincuenta miembros.
Al tiempo que otras aves pueden ser realmente territoriales, y acotar el terreno que pueden atravesar otras especies, el flamenco acostumbra a permitir la convivencia con otras especies, probando que tan sociable es. Son extraños los casos de flamencos violentos que conminen a otras aves.
Observar el comportamiento de los flamencos puede ser bastante ameno, puesto que para comunicarse entre ellos emplean diferentes ademanes. El abanderamiento del jefe es uno de los más conocidos, en el que el flamenco jefe de la colonia estira el cuello hacía atrás, lo levanta y después lo vira de un lado a otro para de esta forma probar su “primacía”. Otro ademán bastante curioso, y que se asemeja bastante al que hacemos los humanos, es el saludo del ala, la cuál es una interacción amistosa entre ellos y deja, además de esto, ver los fantásticos colores de sus plumas. La marcha es otra de sus conductas comunes. Pueden que vayan en una dirección por un tiempo y después, velozmente, se van a ir hacia otro lado. A lo largo de esta actividad tienen una sincronización y frecuencia perfecta.
Si no efectúan ninguna de estas actividades, entonces van a estar alimentándose o bien comiendo. En verdad, el veinticinco por ciento del día pueden pasárselo acicalándose las plumas, empleando una glándula con la que segregan aceite y le ordena las plumas. Asimismo, nada mucho, por el hecho de que les chifla sentirse limpios.
Son animales con los sentidos muy desarrollados, singularmente el auditivo, siendo capaces de oír sonidos a gran distancia. Los jóvenes pueden reconocer los sonidos de sus progenitores desde temprana edad y estos los de sus hijos en la colonia, algo fundamental para su comunicación. Su visión no es mejor que la de los humanos, más si la idónea para poder volar adecuadamente o bien buscar comestible bajo el agua.
Si bien hay muchos zoológicos que cuentan con flamencos en cautividad, muchos son los conjuntos que están combatiendo a fin de que estos sean liberados. Comenzando por la práctica de cortarles las plumas primarias de las alas a fin de que no puedan irse volando. Lo segundo es pues en los zoológicos las colonias son pequeñísimas, y esto puede terminar trayendo inconvenientes. Además de esto, ciertos usan técnicas de “engaño” poniendo espéculos cerca de donde se hallan los flamencos, para de esta forma hacerles pensar que hay más miembros en la colonia.
Es cierto que en cautividad son menos propensos a ponerse enfermos, más pueden terminar padeciendo de pododermatitis, uno de los problemas médicos más graves de los flamencos que viven en cautividad. Esta enfermedad se genera por factores del tiempo, suelo, ecosistema y de 2 bacterias, conocidas como dichelobacter nodosus y bacteroides necrophorus. Dicha enfermedad genera lesiones en las patas de estas aves, incluyendo polluelos y jóvenes. Si las lesiones que padecen en las patas se abren, esto deja que entren microorganismos dañinos que pueden provocar el empeoramiento del estado de salud del ave.
¿Qué come un flamenco?
Los flamencos tienen una dieta completísima. Su comestible primordial son las algas, más asimismo pueden comer peces de diferentes tamaños y ciertos crustáceos pequeños, como los cangrejos.
Para poder alimentarse, llenan su pico de agua y después la expulsan, usando la lengua para retener todo cuanto hayan podido capturar. En torno a su pico cuenta con laminillas córneas, o bien lamelas, con las que filtra el agua. Verlos alimentarse puede ser un espectáculo, en tanto que sumergen por completo la cabeza en el agua, sujetan todo cuanto pueden con el pico y después efectúan el proceso de “colado” para retener en su boca el comestible y tragarlo.
En los ejemplares más jóvenes, este proceso de comestible es aprendido por los jóvenes por su cuenta. Un flamenco puede pasar un buen tiempo del día alimentándose, si bien lo más normal es que lo hagan a lo largo de la noche.
Una enorme particularidad sobre el proceso de nutrición de un flamenco no es solo que sea capaz de colar el “agua”, sino además de esto asimismo son capaces de separar el barro del comestible que vayan a tomar, pudiendo comerlo absolutamente limpio merced a su fantástico pico.
¿Y de qué forma se reproducen los flamencos?
Cuando llega la temporada de reproducción, los flamencos edifican sus nidos con las patas, formando con el barro un montículo de entre treinta-cuarenta cm de altura, haciendo un hoyo en el centro, en el cuál la hembra depositará los 2 huevos.
La incubación de tales huevos dura sesenta días más o menos, ocupándose del proceso tanto la hembra como el macho. Para incubarlo, encogen las patas bajo el cuerpo o bien colgando a los costados del montículo. Cuando nacen los pichones, tienen ligeras muestras de plumón blanco que se marcha haciendo más notable transcurrido el tiempo.
Desde el instante en que nacen, estos pichones están en el agua y aprenden velozmente. En sus primeros meses de vida los progenitores van a estar observando a sus hijos y cuidándolos con mucho celo. En sus primeras semanas de vida van a ser alimentados por el padre, más después procuran mismos el alimento en la superficie del lago o bien la laguna. Cuando el padre ve que es bastante independiente, el pichón se sumará al resto de ejemplares jóvenes de la colonia.
Hay que remarcar que un flamenco no se reproduce de año en año. Tras una anidada, es posible que vuelvan a pasar múltiples años hasta el momento en que tenga de nuevo crías.
¿Por qué razón los flamencos duermen sobre una pata?
No cabe duda de que, si uno piensa en los flamencos, enseguida le va a venir el color rosa a la cabeza. Mas tienen otra característica que siempre y en toda circunstancia los ha hecho muy singulares, al unísono que curiosos: su costumbre de dormir sobre una sola pierna.
¿Alguna vez te has preguntado de qué manera posiblemente un flamenco sea capaz de dormir sobre una sola pierna? ¿O bien pararse sobre una sola? En verdad, cada científico tiene su teoría sobre el motivo por el cual hagan esto, más un reciente estudio puede haber dado con la clave para explicar este hecho.
Sus patas son una parte fundamental de su cuerpo, y el estudio ha probado que los flamencos son animales que pueden sostener el equilibrio sin efectuar apenas esmero. Al tiempo que una persona precisa de los músculos de la columna, piernas, cuello… para conseguir sostener el equilibrio, los flamencos no tienen este inconveniente.
Para poder descubrir de qué manera lo hacían, el conjunto de científicos empleó 2 ejemplares fallecidos de un zoológico. Uno de ellos se puso sobre una pata con la ayuda de unas abrazaderas para revisar si era capaz de sostener el equilibrio. Y lo fue. El otro cuerpo se utilizó para investigar los músculos de este y de qué forma actúan. Así, el conjunto de científicos descubrió que los flamencos no solo son capaces de sostener el equilibrio sobre una sola pierna de forma pasiva, sino lo hacen gastando exactamente la misma energía que si utilizan las 2.
Mas, ¿cuál es el truco? Parece que todo el secreto está en el peso del pájaro. Cuando se pone sobre una pata, el flamenco bloquea las patas en una situación específica. Para esto emplea un conjunto de músculos y tendones que impiden el movimiento desestabilizador del animal, sin que este deba utilizar otro músculo, lo que es conocido como “aparato de parada”. Esto solo es posible cuando la pata del animal se halla bajo su cuerpo, adoptando dicha situación de forma natural. Merced a esto, el flamenco no debe hacer un esmero consciente para sostener el equilibrio, puesto que su pata está lista para ocuparse del trabajo.
La otra teoría que se baraja es la de la termorregulación. Cuando estamos en contacto con el agua, perdemos el calor anatómico más de manera rápida, hasta un veinticinco veces más deprisa conforme ciertos especialistas. Por poner un ejemplo, si sumerges tu mano en agua, vas a perder tanto calor anatómico tal y como si estuvieses metido hasta el cuello. Por este motivo se calcula que los flamencos sumergen una de sus patas en agua y la otra la sostienen al aire, a fin de que de esta forma pueden ahorrar la pérdida de calor.
No son las únicas teorías que se barajan. Para otros, el empleo de una sola pata, teniendo la otra plegada, puede asistirles a reducir el ahínco del corazón para traer sangre de vuelta desde las partes inferiores. Otra propuesta es que el tener una sola pata a la vista serviría como un factor de camuflaje, especialmente cuando descansan con el cuello encogido y la cabeza oculta entre el plumaje, lo que les da el aspecto de un arbusto rosa. Otra de las teorías más conocidas es que a lo largo de la etapa de sueño estos duermen con la mitad del cerebro, como los leones marinos o bien otros géneros de aves, como las migratorias que pueden dormir mientras que vuelan.
¿Cuál es la actual situación de los flamencos?
En frente de la grave situación que viven otras aves, como ciertas especies de búhos, águilas o bien colibríes, el flamenco no es una especie que se halle en riesgo de extinción.
Las mayores colonias de estos animales viven lejísimos de actuación del hombre y la gente está considerablemente más mentalizado con la perpetuación de esta especie que con la de otras aves. En verdad, cuando se edifican carreteras o bien caminos, se tiene mucho cuidado de no hacerlo cerca de los medios de vida de esta especie.
Otra gran muestra del cuidado de estas aves, si bien es algo rarísimo que ocurra, es que en el momento en que una persona adquiere un terreno, si en este habitan flamencos, es deber del dueño del terreno de hacerse cargo de ellos, algo que se cumple en más del noventa por ciento de los casos. Los que viven en los zoológicos asimismo están realmente bien cuidados y alimentados.
Muchos conjuntos han ayudado a que los flamencos puedan vivir en calma sin preocuparse por la actuación del hombre, sosteniendo a salvo su hábitat o bien dándoles todo cuanto puedan precisar para subsistir. Como asimismo se ocupan de ellos en caso de que algún ejemplar esté herido, cuidándolo hasta el momento en que está absolutamente recuperado.
¿Deseas saber más razones por las que no se puede tener un flamingo?
Si una persona ve que hay flamencos viviendo en uno de sus terrenos, en su laguna o bien en un jardín, deberá resignarse y dejarlos estar. No obstante, existen muchas razones por las que estas aves estarían mejor en su hábitat natural.
• Para empezar está el comestible. En la zona salvaje donde viven el comestible es rebosante y se regenera de forma rápida. No obstante, en un entorno tan cerrado como un parque o bien un zoológico este escasea, y puede provocar que el animal muera de apetito.
• El vivir en un entorno diferente le afecta a su reproducción. Para su reproducción precisan que llueva, en especial para edificar el nido con barro. En los lugares en los que hay poca lluvia raras veces se reproducen.
• Si bien pueda parecer que en cautiverio pueda estar más seguro y libre de enfermedades, los flamencos en libertad saben realmente bien de qué forma cuidarse de las bacterias y enfermedades. En cautiverio pocas son las personas que sabrían que hacer en el momento en que un flamenco se pone enfermo.
• En cautiverio cuentan con poquísimo espacio para poder moverse con libertad. Si bien sean aves sociables, es muy normal que los jóvenes estén un tanto distanciados de sus progenitores. De lo contrario, estos podrían incomodarse y volverse algo violentos.
• Al no tener acceso a tanto comestible, y que es posible que no sea de calidad, va a perder la coloración rosada de sus alas y enfermará.