El kiwi (Apteryx) es un ave con forma de pera, inútil de volar, con patas y pico largos. Si bien semejan estar cubiertos de piel, realmente tienen plumas finas y similares a pelos. Son rátidas. El familiar más próximo del kiwi es el ave elefante de Madagascar. Asimismo están relacionados con el emú, el casuario y la extinta moa de N. Zelanda.
Peculiaridades
Son las únicas especies de aves que tienen fosas nasales al final de su largo pico. Tienen un pico que mide más o menos una tercera parte del largo de su cuerpo. Es exageradamente sensible al tacto. Tienen alas mas no tienen músculos, de ahí que no vuelan. Las alas se mezclan tan bien con sus plumas que debes mirar de cerca para poder ver que las tienen.
Tienen un cuerpo redondo como el de un pollo. Tienen garras como los pies que son muy afilados y los utilizan como protección cuando es preciso. Asimismo los emplean para cavar en pos de comida.
Comportamiento
Es un ave muy tímida y tiende a moverse de forma rápida cuando siente que podría haber un predador cerca de su hábitat. Asimismo son nocturnos y eso les ayuda a sostenerse distanciados de múltiples géneros de predadores. Son muy vocales y eso les ayuda a resguardar el territorio, advertir de riesgos y llamar a su pareja.
Hábitat
Solo se hallan en N. Zelanda en bosques, matorrales y praderas. Duermen en madrigueras, leños huecos o bien bajo una flora espesa.
Nutrición
Son animales omnívoros. Su dieta se fundamenta en vermes, insectos, bayas y semillas que hallan con su genial sentido del olfato. Son las únicas aves que tienen fosas nasales en la punta del pico. La mayor parte de las aves tienen las fosas nasales más cerca de sus caras.
Reproducción
La primordial temporada de reproducción es de junio a marzo, cuando el comestible es más rebosante.
En cautiverio, el kiwi macho puede lograr la madurez sexual a los dieciocho meses, y las hembras pueden poner sus primeros huevos cuando tienen unos 3 años. En estado salvaje, no acostumbra a reproducirse hasta el momento en que es considerablemente más viejo. Las hembras salvajes ponen sus primeros huevos a los tres-cinco años de edad.
Comportamiento de apareamiento
Sin plumaje colorido ni una bella canción que atraiga a su pareja, el kiwi macho ha desarrollado la estrategia de la persistencia. La prosigue, gruñendo. Si no está interesada, puede huir, o bien emplear su mayor peso y tamaño para despedirlo. No obstante, si está interesada, el apareamiento tiene sitio, 3 o bien más veces por noche a lo largo del pico de actividad.
El macho golpea o bien acaricia a la hembra en su espalda, cerca de la base de su cuello. Se inclina con la cabeza extendida cara adelante y descansando en el suelo. Dado a que la hembra es el ave más grande, el macho precisa su plena colaboración. Él se sube a su espalda, lo que puede ser bastante difícil sin alas o bien cola para asistirlo a compensarse. De manera frecuente sujeta las plumas de su espalda en su pico para asistir a su equilibrio.
Apareamiento
Se sabe que las agrupaciones de kiwis duran más de veinte años. Cada 3 días aproximadamente, la pareja se reúne para compartir una madriguera, y de noche tocan a dueto, llamándose el uno al otro.
Las roturas asimismo ocurren. Los divorcios pueden ser ocasionados por descalabros reproductivos, o bien si las aves son jóvenes y se hallan al comienzo de su carrera reproductiva.
Incubación
El adulto emplea su pico largo para sostener el huevo oculto debajo de él. Si la hembra del kiwi pone un segundo huevo, el nido puede agruparse y los huevos se rompen accidentariamente bajo los grandes pies de los progenitores.
Si el macho incuba el huevo solo, deja el nido desatendido para alimentarse. Puede desamparar el nido la mayoría de la noche, cubriendo la entrada de huevos y madrigueras con basura.
Cerca de la eclosión, el adulto continuará sentado a lo largo de múltiples días al unísono, sostenido por las reservas de grasa. Para cuando el huevo eclosione, va a haber perdido un sinnúmero de peso anatómico.
Invierten mucha energía en incubar sus huevos. El tiempo promedio de incubación es de setenta a ochenta días, más del doble de lo normal para un ave y aproximadamente lo mismo que el periodo de gestación de un mamífero de tamaño afín. Una vez se creyó que el periodo de incubación era tan largo pues el huevo era demasiado grande a fin de que el kiwi se incubase apropiadamente. Ahora semeja más probable que se deba a su baja temperatura anatómico.
Ciclo vital
Primeros minutos
Sin dientes para asistir en el proceso de salir del huevo, el polluelo del kiwi tiene el agotador trabajo de patear y picar su salida. La primera señal de que el pollo está ya listo es cuando el huevo se mueve sutilmente. Puede continuar quieto a lo largo de veinte minutos y después sacudirse nuevamente. Ocasionalmente, el pollo va a hacer un pequeño orificio en el saco lleno de aire en el extremo del huevo, atravesará la punta rosada de su pico y va a respirar aire por vez primera. Tras este esmero, puede dormir entre doce y cuarenta y ocho horas.
Cuando lúcida, el polluelo lo procura nuevamente, pateando y empujando contra la pared del caparazón, que se flexiona mientras que el polluelo lucha dentro. Poquito a poco aparece una fisura o bien orificio, y el pico del pollo penetra mediante la cascarilla. Conforme la cascarilla se abre de manera lenta, el pollo prosigue combatiendo algunas veces, hasta el momento en que al fin queda libre. El proceso de eclosión puede perdurar hasta 3 días. Los progenitores pueden comerse la cásara para recobrar algo de calcio perdido.
Si se ha puesto un segundo huevo en la nidada, este eclosiona más veloz que el primer huevo. El primer polluelo puede tener entre una y 3 semanas de edad cuando llega el segundo.
Los polluelos de kiwi eclosionan con un enorme saco vitelino externo, que se absorbe gradualmente a través del ombligo, a lo largo de sus primeros diez días de vida. Esto quiere decir que no deben salir para alimentarse a lo largo de los primeros días. Si bien nacen con pies enormes, los polluelos de manera frecuente no pueden pararse por el hecho de que sus vientres están tan relajados por el saco vitelino.
En contraste a los polluelos de otras aves, el recién nacido no está cubierto de plumón. En vez de eso, sus plumas están cubiertas de un mantón viscoso que se seca y se desprende en veinticuatro horas.
Los progenitores kiwis no precisan nutrir a sus crías pues el pollo puede subsistir de la rica yema de huevo a lo largo de múltiples días. Al final de este tiempo, un pollo de kiwi puede pesar solo el ochenta por ciento de su peso de nacimiento.
Comenzando a salir
Tras 2 o bien 3 días, cuando el suficiente saco vitelino ha sido absorbido para dejar que la cría explore alrededor del nido. Alrededor del quinto día empieza a salir de la madriguera.
El pollo en un inicio no se distancia mucho del nido y solo come ramitas enanas que se guardan en su molleja para asistir con la digestión de los comestibles. En su segundo viaje fuera de la madriguera, el polluelo come su primera comida. Debido a que su pico todavía no es suficientemente fuerte para excavar en el suelo, se nutre de la hojarasca.
A lo largo de todo este tiempo prosigue nutriéndose del saco vitelino y puede subsistir sencillamente a un par de semanas de ayuno parcial.
A lo largo de sus primeras 3 o bien 4 semanas, el bebé se nutre de noche, y en ocasiones a lo largo del día. Esto lo hace exageradamente frágil a los predadores. Alrededor del noventa por ciento de los polluelos nacidos en estado salvaje mueren en sus primeros 6 meses de vida, el setenta por ciento de los que mueren a manos de gallinas y gatos. Solo un cinco por ciento de los pollos subsisten hasta la edad adulta.
El kiwi joven prosigue medrando de forma lenta hasta los 4 años más o menos. Justo cuando abandonan el nido, las aves jóvenes tienen la edad suficiente para establecer territorios y localizar pareja, el ciclo empieza nuevamente.
Predadores
El kiwi no puede volar, tiene los músculos del ala y del pecho subdesarrollados y carece de esternón. Esto los hace particularmente frágiles a lesiones por aplastamiento, como las ocasionadas por mordeduras de cánido.
La mayor amenaza para los polluelos son las arpilleras, y para los adultos son los perros. Los gatos asimismo matan a los polluelos de kiwi, y los hurones habitualmente matan a los adultos.
Armiños
Son responsables de más o menos la mitad de las muertes de pollos de kiwi en el continente. Sin manejo solo el diez por ciento de las crías subsisten hasta los 6 meses de edad. Los polluelos son frágiles a la depredación hasta el momento en que alcanzan más o menos un kilo de peso, instante en el que generalmente pueden defenderse.
Perros
Frecuentemente, los perros matan a estas aves y pueden ocasionar una minoración aciaga de la población local. Todos y cada uno de los perros, con independencia de su tamaño, raza, adiestramiento o bien carácter, son asesinos potenciales. Un can puede matar un kiwi con solo darle un empujón juguetón. La esperanza de vida se ha reducido a un promedio de solo catorce años, debido a los perros.
Estado de conservación
Conforme la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, está clasificados como frágiles, están en riesgo de extinción, si bien la tendencia poblacional es hoy en día estable y la población está incrementando.
N. Zelanda pierde alrededor del dos por ciento (en torno a veinte a la semana) de año en año, conforme el Departamento de Conservación de N. Zelanda. Hay en torno a sesenta y ocho kiwis en conjunto en N. Zelanda.
Los mamíferos introducidos asimismo pueden tener un impacto más extenso. La competencia de los roedores por comestibles afines semeja retrasar el desarrollo de las crías, lo que aumenta la presión sobre la población general en ciertos lugares. Las ratas son comestible para los armiños – cuando existen muchas ratas, existen muchos armiños.
En las zonas donde controlan a los predadores, el número de kiwis está incrementando. La población en estas zonas se duplica cada década merced al control intensivo de predadores.
Otras amenazas incluyen la modificación/pérdida del hábitat y la huelga de automóviles automotores, como el pequeño tamaño de la población y la distribución de ciertas especies. Las nuevas enfermedades y parásitos aviares que pueden llegar a N. Zelanda representan una amenaza auxiliar para las poblaciones de kiwi.
Revolución con humanos
El kiwi es un icono nacional significativo, del mismo modo apreciado por todas y cada una de las etnias de N. Zelanda. Es un símbolo de la peculiaridad de la vida salvaje de N. Zelanda y del valor del patrimonio natural.
El ave en sí es un taonga (tesoro) para los maoríes, que tienen fuertes asociaciones culturales, espirituales y también históricas con el kiwi. Sus plumas son valoradas en el tejido de kahukiwi (capa de plumas de kiwi) para personas de alto rango.
Debido a la relevancia cultural para los maoríes y al conocimiento tradicional sobre el ave, la tangata whenua es un actor clave en el manejo del kiwi. Para múltiples iwi locales y hapu de N. Zelanda, esta relación entre tangata whenua y kiwi ha sido reconocida formalmente como una parte de sus reivindicaciones conforme con el Tratado de Waitangi, que incluyen referencias concretas al trabajo de restauración de especies.