Al igual que lo que ocurre con los Rottweiler, los Doberman tienen muy mala fama de ser perros bastante agresivos. Pero eso solo es un mal mito por culpa de aquellos que los crían solo para que sean perros de ataque.
Pueden llegar a ser perros muy mansos y amigables. Solo tienes que criarlo correctamente desde que es pequeño y te sorprenderás del resultado cuando sea mayor y tengas a un perro obediente y muy amigable.
Cómo cuidar de un Doberman
- El respeto hay que enseñárselo desde cachorro: Desde que lo traes a casa, tienes que enseñarle a este perro quien es el que manda en la casa. Puedes darle cierto margen de hacer alguna que otra travesura, pero que no se vuelva en algo habitual. En la calle lo mismo, tiene que aprender a que no puede tirar de ti, sino que eres tú quien tiene que guiarlo, porque cuando crezca tendrá mucha fuerza y podría tirarte.
- Comida de calidad: Los perros de la raza Doberman necesitan comer calidad de alta calidad. Sobre todo porque si van a llevar una vida muy sedentaria, de que no tienes una zona donde corra o que no lo podrás sacar mucho, no engordara demasiado.
- Al menos pasearlo dos veces: Por lo menos, este perro tiene que caminar por la calle dos veces al día. Son perros con una gran energía, por lo que si no se desfogan luego en casa no hará más que pedirte que juegues con él para que haga ejercicio.
- Ayudarle a relacionarse con otros perros: Si no le provocan muy bruscamente, el Doberman es un perro que puede jugar con otros sin ningún problema. Pero tiene que acostumbrarse desde pequeño a hacerlo, porque si lo llevas a estar con otros perros cuando ya sea un poco mayor, le darán miedo y atacará para defenderse al pensar que lo están atacando.
- Contrata a un educador si te ves desbordado: Si a los cuatro meses ya no eres capaz de controlar a tu Doberman, entonces llama para que vaya a tu casa para saber como tratar con el perro. Es importante que sepa quien es el que manda desde pequeño, y el educador podrá enseñarte a como ganarte el respeto de tu mascota.
- No requerirá mucho aseo: Al contrario que otras razas, el Doberman no requiere bañarlo tan seguidamente, sobre todo si se le da una comida que cuida de su pelaje. Pero al mes báñalo cada dos o tres meses. En verano sobre todo será una forma de que el animal se refresque y esté a gusto al salir a la calle.
- Ponle un bozal si sale con cachorros: Si tu Doberman ha tenido crías, o sale con otro cachorro que acabas de traer a casa, planteate seriamente el ponerle un bozal. Es un animal muy sobreprotector con sus crías, así como también con los cachorros que toma bajo su cuidado, aunque no sean de su misma raza. Es posible que cuando alguien se acerque al cachorro para olerlo, o jugar con él, el perro reaccione muy agresivo, pensando en que pueden hacerle algo.
Otros consejos útiles para cuidar de tu Doberman
- Es aconsejable que desde pequeño le acostumbres a llevar bozal. Puede que sea el perro más bueno del mundo para ti, pero mucha gente no se siente cómodo viendo a estos perros sin nada en la boca.
- Tienes que llevarlo a zonas de paseo donde pueda correr de un lado a otro sin parar, para deshacerse de toda su energía. Piensa que es un perro grande, y durante los primeros años de vida le encantará correr.
- Si viene visita a casa, es posible que al principio sea muy receloso. No fuerces la situación de que se acerque a los nuevos visitantes. Lo hará cuando lo considere oportuno.
- No le acostumbres a que se apropie de una parte de la casa en concreto, o luego tendrás problemas para poder estar tú o los miembros de tu familia.