
Hábitat
Esta especie de tortuga, originaria de América, también llamada Tortuga patas rojas, es muy común como animal doméstico pero en su ambiente natural vive en zonas de bosque seco, sabanas y donde el gamelote o pasto crece de forma natural. En Surinam por ejemplo, comparte hábitat con su pariente de patas amarillas, que también es común como animal doméstico.
Características físicas
La cubierta de las tortugas en general se compone de una parte superior llamada caparazón, una parte inferior, cóncava, llamada plastrón y uniendo estas partes unas llamadas puentes. La intensidad de la coloración de este tipo de tortuga varía dependiendo de su hábitat de origen pero en general el color principal de base es el negro y sobre él se presentan coloraciones en degradado que puede variar d un amarillo intenso a unos más claros. Incluyen coloraciones grises y marrones.
En la cabeza suelen tener manchas rojas, brillantes, que parecen escamas. En las extremidades y la cola se destacan manchas de color anaranjado, amarillo y rojo. El plastrón suele ser de color menos intenso tal como un amarillo claro, pero también puede tener colores tenues que pueden ir de marrón a rojo, siempre pálidos.
Su sentido más desarrollado es el olfato el que utilizan para hallar comida y en la etapa de apareamiento. En cuanto a su longitud, los machos son más grandes y llegan a 34 centímetros, mientras que las hembras alcanzan los 20 centímetros. Esta especie tiene una longevidad de hasta 50 años.
En su hábitat natural comen pequeños insectos de lento desplazamiento como caracoles y gusanos, plantas, frutas, flores y de hallar alguna carroña. En cautiverio les suministran verduras, frutas y algunas veces carne para mascotas.
Reproducción
El ritual de reproducción comienza en la temporada de lluvia cuando los machos buscan a las hembras y al estar frente a un espécimen distinguen su género haciendo movimientos de cabeza que deben ser respondidos si se trata de otro macho; de ser una hembra se quedará inmóvil. Los machos pueden entablar batallas para ganar el derecho sobre la hembra. En realidad no luchan por territorio sino por el derecho sobre aquella hembra. Es particularmente importante hacer notar que para que la cópula se lleve a cabo las coloraciones deben ser similares en ambos especímenes. Luego el macho olfatea la zona cloacal de su pareja, rodea varias veces a la hembra y muerde sus patas, luego se realiza la cópula. En este proceso el macho cacarea emitiendo un sonido similar a pollo. Una vez luego de la gestación la hembra excava un hoyo en la tierra y deposita allí entre 5 y 15 huevos, con concha frágil y flexible. Esto sucede entre julio y septiembre. Los huevos no son incubados por lo que esconder y camuflar el nido es de vital importancia. Las crías saldrán entre 120 y 150 días después de la postura, cuyo sexo será determinado por la temperatura de incubación. Si la temperatura de incubación es superior a 31 grados da lugar a la eclosión de las hembras, si es menor a 28 grados eclosionan machos. Si la temperatura está fuera de este rango nacen crías deformes o definitivamente no sobreviven.