
Este caparazón flexible les permite sumergirse a grandes profundidades llegando hasta los 700 metros de profundidad o más, algo que no pueden hacer otras especies. Su cabeza es grande y sus extremidades anteriores están muy desarrolladas y carecen de uñas.
Estas tortugas como la mayoría de las tortugas marinas, se encuentran en peligro de extinción, siendo su principal amenaza la pesca incidental, la explotación de huevos y la destrucción o alteración de su hábitat de anidación.
Alimentación
Se alimenta exclusivamente de invertebrados de cuerpo blando y de tunicados, pueden consumir diariamente alimentos que hacen el doble de su propio peso corporal por día.
Su principal alimento son las medusas, aunque también les gusta comer peces blandos, algas, erizos y crustáceos.
Las tortugas Baula tienen un cuerpo con un alto contenido en grasa que les proporciona aislamiento y la habilidad de soportar temperaturas bajas o bastante frías, ello le permite permanecer prolongados períodos de tiempo en aguas casi congeladas donde se encuentran abundantes medusas.
Distribución
Las tortugas Baulas se caracterizan por nadar distancias enormes y anidan principalmente en playas tropicales.
Estas tortugas tienen la distribución geográfica más amplia de todas las tortugas marinas. Se encuentran en el Pacífico, el Atlántico y el Índico.
En las aguas del Pacífico pueden encontrarse en países como Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá. En las aguas del Caribe- Atlántico, pueden hallarse en países como Antillas Holandesas, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, Guayana Francesa, Guayana, Honduras, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes Estadounidenses, México, Nicaragua, República Dominicana, Panamá, Trinidad y Tobago, Venezuela. Algunas zonas son áreas de alimentación y otras de anidación, sin embargo, ni su anidación ni su aparición por estas zonas son estables.
Reproducción
La edad de maduración sexual de las tortugas Baula es a los diez años. Se aparean en el mar, y al igual que las tortugas Boba de las que ya hablamos en este artículo, se aparean cada tres o cuatro años, aunque, se distinguen de ellas en que esta especie puede dejar hasta cien huevos por deposición.
El período de incubación es de aproximadamente 60 días y al igual que otros reptiles, la temperatura de la arena determina el sexo de las crías. Posterior a eso, los huevos eclosionan en la noche y las crías inician su camino al mar.
Los machos nunca abandonan el agua una vez que entran en ella como crías; son las hembras las únicas que suben a la playa para alimentarse y poner sus huevos.