Saltar al contenido

Vuelo catalán

Vuelo catalán
La paloma de Vuelo catalán, o bien vol catalá como se la conoce en la comunidad en la que radica, tiene muchos años de historia, y a lo largo de múltiples siglos ha sufrido múltiples alteraciones al entremezclarse con otras especies.
Índice

¿En qué momento brotó verdaderamente esta raza?

Cuesta bastante determinar precisamente cuál fue el instante en el que esta raza apareció en España, puesto que durante la historia ha pasado por muchos cambios. Parece que llegó desde Turquía o bien Siria, alrededor del siglo XII, y desde ese momento esta ha sido mezclada con otras especies hasta dar sitio al vuelo catalán.

Las primeras referencias escritas sobre esta ave las hace Jerónimo Cortés en mil seiscientos tres, y más tarde aparece mentada en otras tantas obras, como el Nomeclator omitológico de Simón de Rojas Clemente de mil ochocientos. En nuestros días el vol catalá se halla en el noreste de España, siendo uno de los más viejos del país.

El vuelo catalán, ¿de qué manera es?

El vol catalá es una raza que desde siempre y en toda circunstancia está concebida para el vuelo, más que para la exposición. Es de un carácter muy alegre y jovial, mas bastante desconfiado y reticente con las cosas que no les agrada mucho o bien que le resultan nuevas.

Es de pequeño tamaño, unos veinte centímetros, y acostumbra a pesar entre doscientos cincuenta – trescientos veinte gramos aproximadamente, conforme el sexo. Su cabeza es pequeña y tiene forma cuadrada, si bien los ángulos de exactamente la misma acostumbran a ser redondeadas. La parte superior de la cabeza es planada, lo que le da a su cabeza la manera de una avellana. Su cuello es bastante corto, y se angosta conforme sube hacía la cabeza, dándole la manera de un ángulo de 120º.

Sus ojos tienen un color vivísimo, de color perla blanco, salvo en las variaciones conocidas como cabeza blanca. El ribete ocular es extenso, mas no tiene prominencias. El color puede cambiar conforme el tono de sus plumas, desde rosa en los plumajes más claros a negro en los que sean más oscuros.

Su pecho extenso es bastante sobresaliente. Cuando está en situación de alarma, pues piensa que existe algún riesgo, la quilla forma un ángulo de 45º respecto al suelo. Sus alas son de un tamaño medio, fuertes y gruesas. Siempre y en todo momento las tiene bien pegadas al cuerpo cuando está descansando, mas pocas veces le llegan hasta la cola. Su cola es angosta, con una longitud media, formada por doce plumas. Rebosantes y largas.

Si hay algo que destaca de esta especie de paloma es lo fuerte que son sus plumas. Si se tocan tienen un tacto fino y sedoso, mas están realmente bien agarradas al cuerpo en frente de las de otras aves.

¿Qué tan bastante difícil puede ser cuidar a esta ave?

Quizá el mayor inconveniente al cuidar al vol catalá es el entorno. Puesto que es una especie que está habituada a las temperaturas del norte, cuando está en el sur debe encontrarse en un sitio seco y fresco, protegida de la lluvia y de la humedad, como de los vientos. Su palomar cuando menos ha de ser de 1 metro cuadrado por cada una de estas aves.

En lo relativo a su nutrición, lo más frecuente es que se le dé una mezcla de semillas como el maíz, el trigo, la cebada o bien el mijo. Mas asimismo se le pueden dar otros comestibles como las lentejas, las pipas de girasol o bien las habas. En temporada de desarrollo, o bien a lo largo de la muda de pluma, precisa percibir más proteínas, con lo que hay que darles a lo largo de esta etapa alguna pieza de fruta a fin de que reciban los nutrientes precisos para estar sanas.

No es un ave reluctante a tener la compañía de otras especies en su palomar. Ello no desea decir que no pueda haber inconvenientes si piensa que su compañera puede ser una invasora. Por este motivo, es conveniente que medre acompañada del resto de aves en el palomar desde temprana edad, a fin de que se acostumbre a ellas.