El nombre de esta clase de eso puede cambiar atendiendo a diferentes criterios. De este modo, puede llamarse oso del sol, debido a la marca color oro y en forma de media luna que presenta en la piel de su pecho; oso de miel, por su extrema afición a la misma; oso can, por su tamaño, y oso malayo, por su localización geográfica.
Verdaderamente, de esta especie se conoce poco por el hecho de que es bastante extraña y poco rebosante.
Hábitat
El oso malayo se halla primordialmente en las selvas tropicales del Sureste Asiático y se piensa que en los países de India, Bangladesh, Birmania (vieja Myanmar), Tailandia, Camboya, Vietnam, Indonesia, Malasia, Brunei y Laos.
Laos se piensa que es uno de los últimos bastiones para el oso sol debido a su terreno accidentado, la escasez de la población humana, y la exuberancia de zona frondosa. El oso malayo asimismo se ha dicho que habita en China. No obstante, esto es continuamente puesto en duda.
Una subespecie del oso malayo (Helarctos malayanus euryspilus) se halla solo en la isla de Borneo.
El tamaño del territorio del oso malayo depende mucho de la concentración de las fuentes de comestibles. Ellos pasan buena parte del día durmiendo o bien tomando el sol en los nidos o bien plataformas que edifican en los árboles.
Peculiaridades
Este animal tiene más o menos la mitad del tamaño del oso negro americano. El adulto promedio pesa entre sesenta y ciento cuarenta y cinco libras (veintisiete-sesenta y seis kilos) y mide de cuarenta y ocho a sesenta pulgadas de largo (uno con dos-uno con cinco metros). Los machos son de diez a veinte por ciento más grandes que las hembras.
Como otros osos, los malayos se paran sobre sus patas traseras para poder ver objetos distantes o bien cuando advierten un oponente potencial.
Su pelaje negro es corto y espeso, y repele la lluvia, el lodo y otros restos del sitio de forma eficaz. El tono del morro corto del oso cambia desde el gris claro al naranja, que de forma frecuente se extiende levemente sobre sus ojos pequeños y refulgentes.
Las orejas son más pequeñas y redondeadas que en la mayor parte de los osos, si bien tienen un oído genial. Sus pies se viran cara el interior, dándoles un camino propio, afín al del oso perezoso. Sus pies descalzos y afiladas garras los transforman además de esto en geniales trepadores de árboles.
La larga lengua, y angosta, de los osos malayos les deja extraer la miel de las colmenas y también insectos de fisuras profundas en árboles, al paso que sus dientes son más planos en comparación con los dientes de otros osos.
Si bien esta especie no es muy carnívora, sus colmillos, que son usados por muchos animales para desgarrar la carne, se equiparan propiciamente con los de leones y tigres.
Como curiosidad puede decirse que de exactamente la misma forma que con un árbol, la edad de un oso de sol puede ser determinada por el número de anillos en sus dientes.
El oso malayo es conocido por ser extraordinariamente beligerante y agredir sin causa alguna. Tener este género de caninos grandes, mandíbulas realmente fuertes y largas garras, lo transforman en uno de los animales más peligrosos a hallar en la selva. Esto asimismo forma una gran diferencia con otras especies de osos, que no atacan a los humanos o bien otros animales, y sí lo hacen es pues se sienten sobremanera riesgo, así sean, o bien sus crías.
Dieta
El oso malayo es un animal nocturno y omnívoro. Tiene una enorme pluralidad de comestibles en su dieta, como frutas, miel, caracoles, huevos, lagartijas, pájaros, roedores y otros animales pequeños.
Asimismo goza de las jóvenes puntas de palmeras, nidos de abejas, brotes, raíces, termitas y otros insectos. No tiene ningún inconveniente para romper nueces con sus fuertes mandíbulas o bien abrir termiteros abiertas con sus largas garras.
El oso malayo de Borneo fundamenta su nutrición en frutas de las familias Moraceae, Burseraceae y Myrtaceae para compensar más de la mitad de su dieta. Por su lado, la dieta del de Tailandia es muy afín a la del oso negro asiático, puesto que sus hábitats se sobreponen.
Reproducción y crías
Debido a que no hibernan, los osos malayos son capaces de reproducirse todo el año y se han observado procreando en diferentes temporadas del año. El periodo de apareamiento dura desde un par de días a una semana.
El proceso de concepción se describe como una ocasión escandalosa, afín a la de los perezosos, en la que los osos participan en abrazos, luchas fingidas, meneos de cabeza, caricias y gruñidos. Además, la cópula se efectúa de una forma afín a los miembros de la familia de los caninos.
El periodo de gestación es normalmente próximo a los noventa y cinco días. No obstante, se han observado duraciones de hasta doscientos cuarenta días, lo que sugiere implantación aplazada. Por norma general, una camada está integrada por solo uno o bien 2 cachorros, número determinado en buena medida desde el tiempo y los suministros de comestibles.
Al nacer, las crías son ciegas, pequeñas y carentes de pelo. Su peso aproximado es de 7 onzas y su prácticamente transparente. Impotentes al nacer, los cachorros se desarrollan de manera rápida, y en uno o bien un par de meses son capaces de alimentarse con su madre.
Hay informes de osos malayos que forman parejas monógamas en la naturaleza, mas esto carece de fundamento hoy en día. Las parejas de adultos se han observado en compañía de cachorros. No obstante, los osos del sol acostumbran a ser criaturas solitarias, salvo a lo largo de la época de apareamiento y de crianza de la descendencia.
Los cachorros acostumbran a continuar con sus madres hasta el momento en que maduran prácticamente totalmente. En el caso de las hembras la madurez se alcanza a los tres años, al paso que los machos la logran a los 4.
Estado de conservación
Las 2 primordiales amenazas para los osos malayos son la pérdida de hábitat y la caza comercial. Son cazados primordialmente por su carne y para su empleo en fármacos, como por su piel e inclusive para su venta como mascotas exóticas.
La matanza del oso está prohibida por las leyes nacionales de vida silvestre. No obstante, la aplicación de estas leyes es prácticamente nula o bien muy clemente.
Si bien el tamaño de su población es ignoto, se calcula que ha disminuido en un treinta por ciento en los últimos treinta años. La especie ha estado en la Lista Roja de Especies Conminadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) desde mil novecientos setenta y ocho, y es definida como frágil.
Su esperanza de vida en cautiverio es de veinticinco a veintiocho años.