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Tiburón cerdo marino velero

Tiburón cerdo marino veleroEn el Océano Atlántico Nororiental es donde se halla el Tiburón cerdo marino velero (Oxynotus paradoxus), si bien es poco común. Asimismo conocido como el tiburón aleta milano, es una de las 4 especies que conforman la pequeña familia de los tiburones ásperos (Oxynotidae). Estos tiburones de aguas profundas son enclenques bañistas que emplean sus grandes hígados llenos de aceite para sostenerse flotantes.

Los tiburones ásperos todos pertenecen a un conjunto más grande de especies conocidas como escualiformes, los tiburones mielga. Los miembros de esta orden tienen un morro corto, 5 aberturas branquiales, 2 aletas dorsales que en general tienen espinas agudas, y ninguna aleta anal. Asimismo carecen de membranas nictitantes, que son el párpado extra claro que ciertos tiburones tienen para la protección de los ojos.

Esta especie particularmente tiene un cuerpo triangular de sección trasversal con una cabeza ancha y plana. La piel es de color cobrizo obscuro sin marcas propias. La longitud propia de los adultos es de más o menos uno con dos m (cuatro pies).

Índice

Datos sobre el tiburón cerdo marino velero

La primera espina dorsal se inclina cara atrás, lo que la distingue del único tiburón áspero del Atlántico Nororiental: el Angular Rough Shark (O bien. centrina).

La manera de los espiráculos (las aberturas de las branquias cambiadas) es otra característica propia. Son parcialmente pequeños y prácticamente circulares, equiparados con la manera grande y más larga que se halla en el tiburón áspero Angular.

Hábitat y área de distribución

El tiburón aleta de candela vive en aguas muy profundas del Atlántico Noreste. Se ha grabado en las Islas Británicas, Francia, España, Portugal, las Islas Canarias y el sur de África Occidental. Los datos de atrapa de los informes de pesca muestran que pocas veces se hallan en aguas ribereñas. Más bien, se atrapa con una mayor frecuencia a profundidades de quinientos-600m (mil seiscientos sesenta y cinco-dos mil pies).

Observaciones más recientes de los aletas vélicas, en la cresta del Atlántico medio cerca de las islas Turbes, muestran que la distribución se extiende más al oeste de lo que se pensaba originalmente. Estos registros asimismo sugieren que la especie puede estar presente durante todo el fondo del Atlántico Noreste, más profundo de lo que se pensaba.

Mapa de Hábitat del Tiburón cerdo marino velero

Comportamiento de nutrición

Poca información se conoce sobre la dieta de este tiburón, además de que se nutre de pequeños invertebrados y peces que viven en exactamente el mismo hábitat, en el fondo del océano.

Cría

Se piensa que el aleta marina podría tener una migración reproductiva vernal desde aguas más profundas, donde acostumbra a continuar (de doscientos sesenta y cinco a 720 m / ochocientos ochenta a dos mil cuatrocientos pies) hasta la plataforma continental, mas no hay pruebas de ello.

Se trata de una especie ovovivípara, cuyos cachorros vivos miden unos veinticinco cm de largo (diez?). No hay otra información libre sobre el comportamiento reproductivo de este tiburón.

Los humanos y la conservación

La primordial forma en que la gente se halla con esta especie es cuando los pescadores la atrapan esporádicamente en las redes de arrastre. La manipulación requiere un cuidado singular debido a los dientes afilados y las grandes espinas dorsales.

La especie tiene poco valor comercial y puede transformarse en harina de pescado. Si bien no es una especie objetivo, no obstante, una tendencia creciente para las pesquerías de aguas profundas podría representar un mayor peligro para todos y cada uno de los peces que emplean hábitats de fondo oceánico. Esto podría ser en especial alarmante para especies como el aleta de candela que no son rebosantes.

La Lista Roja de la UICN clasifica a este tiburón como “Datos deficientes”, pues se sabe poquísimo sobre su historia natural. Se precisarán investigaciones auxiliares para lanzar luz sobre su rango geográfico completo, la biología de la población y el ciclo de vida, ya antes de poder valorar el impacto de la pesca. Como tal, no existen en nuestros días medidas de conservación o bien ordenación.

Lo mismo puede decirse de la mayor parte de las enigmáticas criaturas que habitan en las profundidades de los ecosistemas marinos: ¡el fondo del océano es la próxima frontera, aguardando ser explorado!