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Perros

Los perros domésticos pertenecen a la familia de los cánidos. Hay en la actualidad 40 especies de cánidos, entre los que se encuentran, además del perro, los chacales, los dingos, los coyotes,… Los perros domésticos pertenecen a la especie Canis Lupus.

Hace 30 millones de años, durante el período del Oligoceno, apareció sobre la Tierra la primera criatura con apariencia de perro, el Cynodictis, un animal parecido a la mangosta con un largo hocico. Los fósiles más primitivos de la familia de los perros se han encontrado en Norteamérica y son de este período.

Otra criatura parecida a los cánidos, el Tomarctus, evolucionó durante el período del Mioceno hace 24 millones de años. A su vez, hace 300 mil años, el género Canis evolucionó, convirtiéndose en Canis lupus o Lobo. Los estudios científicos han lanzado numerosas teorías sobre su origen, puesto que las más de 400 razas de perros que hay, sugerían que quizás el perro no solo descendía del lobo gris, sino del cruce de diferentes cánidos como el chacal, el dingo, etc. Lo que sí está claro es que los estudios genéticos revelan que todas las razas que existen hoy en día descienden del Canis Lupus, y que el primer perro doméstico surgió hace unos 30.000-40.000 años, al final del Pleistoceno, en la Era Paleolítica, suponiendo la aparición del Canis Lupus Familiaris, es decir, el perro que conocemos todos hoy en día y que se convierte en el animal que más tiempo
a acompañado al ser humano.

El lobo es el antepasado de todos los perros domésticos, incluido el Gran Danés, que es mucho más grande que el lobo y el Chihuahua, que es mucho más pequeño. Las formas externas de estas razas pueden parecer completamente distintas de las del lobo y entre sí, pero dentro de su piel cada perro siente y se comporta como un lobo.

El lobo es el más grande de todos los perros salvajes actuales. Durante la última Era Glacial, hace unos 40 mil años, tanto los lobos como los humanos vivían en grupos familiares de cazadores sociales. Probablemente los lobos empezaron a alimentarse de carroña y a comer los desperdicios que dejaban los humanos. A lo largo de miles de años, la caza de animales vinculó al lobo y al ser humano, hasta tal punto, que el hombre pudo llegar a domesticar al lobo. Es el comienzo de la historia del perro.

La gente del antiguo Egipto y Asia Occidental fueron los primeros en criar diversas clases de perros, tales como Mastines y Galgos. De hecho, desde los tiempos del antiguo Egipto, los perros en las pinturas y esculturas se han representado llevando collares, hasta épocas relativamente modernas.

Por aquel entonces los perros debían cumplir ya diferentes funciones, lo cual explica la presencia de tres tipos diferentes de perros:

  • Los perros pastores, de tamaño mediano.
  • Los perros de guardia, de mayor tamaño.
  • Los perros de caza, más pequeños y de patas cortas.

En tiempos de los romanos existía ya la mayoría de las formas y tamaños de perros conocidos actualmente. Usaban Galgos y perros de presa para cazar,
mientras los grandes Mastines se consideraban ideales para la pelea y para la guerra. Igual que el actual letrero «Cuidado con el perro», los romanos escribían «Cave canem» que significa lo mismo en latín. Todo esto se sabe por los restos óseos de estos perros, pero mejor aún por las figuras, pinturas y otras obras de arte que representan a estos animales. La escultura de los Galgos Townley fue hallada en el monte Cagnolo, cerca de Roma, en los últimos años del siglo XVIII. En el mundo antiguo se tenían perros para cazar, pastorear, como guardianes, para el deporte y como hoy en día, de compañía.

En el Lejano Oriente se usaban los perros con muchos fines y se les incluye en el culto religioso. Actualmente, en los países asiáticos los perros de compañía, como nosotros los consideramos, no son bien vistos, de hecho, en países como Corea los comen como alimento.

Todos los perros domésticos del mundo, tanto un Pequinés como un Gran Danés, han heredado los ojos y orejas de su antepasado el lobo. Todos sus sentidos han evolucionado al ser un cazador social de grandes presas, pero estos sentidos se han adaptado y desarrollado en las distintas razas caninas por medio de la «selección artificial». Esto significa que, a aquellos cachorritos con una especial vista como por ejemplo ocurre en los Galgos, se les ha seleccionado como futuros padres durante siglos, de manera que en el transcurso del tiempo los Galgos han desarrollado una vista aún mejor que la de los lobos. Un cambio que se ha producido en casi todos los perros domésticos es que los ojos miran hacia adelante más que hacia los lados, como sucede en el lobo.

Como ves, el perro lleva muchísimos años junto al hombre. Vamos a conocerle un poco mejor. Lo conoceremos por dentro.

¡Conoce a tu perro por dentro!

El perro tiene el mismo sistema biológico que el ser humano: la función de la piel, los órganos, el esqueleto, los músculos, los sistemas digestivo, respiratorio, nervioso, etc. es la misma, en este sentido, no nos diferenciamos más que en el tamaño y en la forma. Ahora bien, la evolución distinta de cada especie ha provocado ciertas diferencias, por ejemplo, que el perro vea diferente a nosotros, o que su olfato esté hiperdesarrollado, que nosotros tengamos un cerebro más grande o que el perro tenga muchos más huesos y dientes.

Anatomía del perro

Los perros son mamíferos, igual que los humanos, por lo que como nosotros, las crías nacen ya formadas, con los sentidos aún inmaduros y preparadas para alimentarse de la leche materna. Así pues, la madre cuidará de sus crías hasta que éstas estén preparadas para valerse por sí mismas.

Desde que el perro fue domesticado por el ser humano, ha vivido una transformación, pasando de ser un animal carnívoro a ser un animal omnívoro. Si bien es cierto que el perro puede comer un poco de todo (exceptuando ciertos alimentos que no pueden metabolizar y pueden ser tóxicos), su dieta debe basarse sobre todo en proteínas, en un 90%. Los fabricantes de comida para perros, venden las bondades de una comida completa con pollo, arroz, trigo, etc. cuando no estamos ante un alimento nutritivo: sobran cereales y sobra arroz. Cuanta más proteína tenga el alimento que consuma tu perro, más sano estará, porque estarás cubriendo sus necesidades. En su estado salvaje, los perros son predadores, son cazadores: cuando salen a buscar alimento no se van a los campos de trigo ni a los campos de arroz, van a cazar animales y la prueba está en su dentición. Más tarde te explicaré por qué. Veamos concretamente, los detalles de su anatomía.

El esqueleto

  • El esqueleto, como en el ser humano y el resto de mamíferos, tiene la función de soportar todo el cuerpo, en concreto la columna vertebral y los miembros externos (patas delanteras y traseras).
  • A diferencia del ser humano, el perro varía según la raza, en el número de huesos. Hay razas que nacen sin cola, lo cual supone bastantes huesos menos que un perro con cola, pero en general,
    podemos decir que el perro tiene 321 huesos.
  • También hay variaciones entre las razas según tengan o no dedo vestigial. A diferencia de los seres humanos, los perros nacen con 18 dedos: cinco en cada parte delantera y cuatro en cada pata trasera, sin embargo, hay ciertas razas como el San Bernardo o el Mastín de los Pirineos que nacen con 20 dedos. El origen de esta curiosa diferencia debemos encontrarlo en la adaptación, en su día, al medio en el que vivían. Hoy en día, ese dedo no tiene ninguna función, pero como propietario es importante que lo sepas dado que si tu cachorro tiene 20 dedos habría que considerar eliminarlo para evitar incidentes que puedan dañarlo (si se engancha es muy doloroso y escandaloso por la cantidad de sangre que sale).
  • Todos los seres humanos tenemos la misma forma craneal, sin embargo, en los perros las formas craneales difieren según la raza: no es lo mismo el cráneo de un Collie, con un hocico de forma alargada, que un Pug con un cráneo prácticamente redondo.
  • Algo que diferencia mucho nuestro esqueleto del esqueleto del perro es la cola. Si bien nosotros tenemos el coxis (una cola que no se desarrolló simplemente porque no nos hacía falta), los perros tienen la cola, que utilizan no solo para mantener el equilibrio del cuerpo, sino para una función muy importante: para comunicarse. De ahí la importancia de no cortar la cola nunca a los perros por motivos estéticos. Cortando la cola, cortamos un importante canal de comunicación y socialización.

La piel

La piel es el órgano más grande del cuerpo de los animales. Su función es clara: proteger al cuerpo de agentes patógenos, de daños así como de regular la temperatura. La temperatura normal de un perro es de 38.5-39 grados centígrados. La principal característica de la piel del perro es que está totalmente recubierta de pelo, exceptuando razas como el Perro Sin Pelo del Perú o el Crestado Chino, que apenas tienen. El pelo, como la piel, tiene una función muy importante ya que regula la temperatura del cuerpo y lo protege de daños externos. Observarás cómo cuando hace frío el perro apenas suelta pelo y en verano con la llegada del calor, pierde mucho pelo para poder deshacerse de ese abrigo. Una particularidad del pelo del perro es una función muy curiosa que podrás observar alguna que otra vez: ante una amenaza (un desconocido, un perro del que desconfíe, etc.) el pelo del lomo del perro se eriza, se pone de punta. Esto le confiere un mayor tamaño para hacer frente a su adversario.

En cuanto a la piel de la base de las patas, en un cachorro es muy suave, pero a medida que vaya creciendo, esta piel se hará más gruesa y callosa con el fin de poder andar sin molestias y cómodamente.

Los sentidos

El oído

Cuando nace, el cachorro es totalmente sordo. Pero no te dejes engañar: con el paso de los días (10-15 días) desarrollará un oído extremadamente desarrollado, mucho más que el nuestro, de hecho, pueden oír sonidos que nosotros no podemos distinguir. Atento: un ser humano oye frecuencias entre 20-20.000 Hz. Un perro oye entre 20-65.000 Hz. Nosotros podemos oír un ruido a una distancia de 6 metros. Los perros pueden escuchar un ruido a 25 metros. Bastante más, ¿verdad? Además, hay que sumarle que nosotros no tenemos la capacidad de rotar las orejas como lo hacen ellos para poder recibir mejor las hondas de sonido. También debes saber que hay diferencias entre razas a la hora de oír: los perros con orejas más erguidas (como el Pastor Alemán) oyen mejor que los perros con orejas flexibles (como pueda ser un Blood Hound).

La vista

La vista del perro está adaptada a la caza, por eso su campo visual es mucho más amplio que el nuestro. Sin embargo, no tienen una vista tan desarrollada como la nuestra. Si bien no es cierto que los perros vean solo en blanco y negro, tampoco distinguen la paleta de colores que nosotros distinguimos. Esto es debido a que nosotros tenemos una visión tricromática y los perros tienen una visión dicromática (pueden distinguir el rojo y azul pero confunden el verde y el rojo). Aún así, el perro nos gana en visión nocturna. La adaptación a su entorno hizo que en sus ojos se desarrollara una membrana llamada Tapetum Lucidum, que le permite intensificar la visión cuando apenas hay luz (y sus ojos brillan ante las luces de un coche o ante el flash de una foto).

El olfato

El olfato es el sentido más desarrollado del perro. De hecho, es uno de los animales con el sentido del olfato más desarrollado, de ahí que los perros sean utilizados para tareas como la búsqueda y el rescate de personas, la detección de bombas o drogas, rastreo de personas, e incluso, para descubrir enfermedades en los seres humanos. Para que te hagas una idea, un perro tiene entre 150 millones, el que menos, y 300 millones, el que más como los perros de raza sabueso, células olfativas. Un ser humano tan solo 5 millones de células olfativas. Increíble, ¿verdad? Pero es que a este dato hay que añadirle la memoria olfativa: mientras el ser humano tiene un área de 5 centímetros cuadrados de memoria olfativa, ¡el perro tiene un área de 150 centímetros cuadrados!

Muchas veces habrás visto a los perros olerse el ano. Para nosotros quizás sea un acto curioso, divertido o asqueroso pero, para el perro el ano es el carnet de identidad. Cuando observes a tu cachorro oler el ano de otros, no debes regañarle porque solo está recabando información. En el momento en que huelen el culo de otro perro, se ponen en marcha millones de células olfativas y cada olor es procesado y almacenado en su cerebro. El olor no emana del ano en sí, sino de unas glándulas llamadas glándulas anales, que no son más que dos sacos situados justo en la entrada del ano y que contienen el líquido odorífero particular de cada perro: de ahí se extrae información sobre el sexo del perro, su temperamento, su estado de ánimo, su estado de salud, si está en celo o no, etc. Por eso, cuando tu cachorro vea a otro perro pueden pasar varias cosas: que mueva la cola para esparcir su olor y presentarse, o bien bajar la cola para todo lo contrario, con lo que comunica que no tiene ganas de hacer amigos.

El gusto

El gusto es uno de los sentidos menos desarrollados en el perro, de ahí que no saboreen la comida, sino que la engullan como si fuera lo último que van a comer. Los perros distinguen los sabores agrios, amargos, dulces y salados. Eso sí, en la parte anterior del paladar del hocico tienen un órgano llamado órgano de Jacobson, que comunica la nariz con la boca. Este órgano le permite extraer información del aire o de lo que lame a través del mismo.

El sistema respiratorio

El sistema respiratorio del perro tiene las mismas funciones que la del ser humano: transportar el aire que entra en la nariz hacia los pulmones. A diferencia del ser humano, los perros tienen una frecuencia respiratoria de 20-40 respiraciones por minuto, aumentando cuando hacen ejercicio intenso o en climas calurosos (nosotros entre 12 y 20 respiraciones por minuto). Si son cachorros o niños, la frecuencia cambia, siendo en cachorros de 18-20 y en niños 25-30.

El sistema cardiovascular

El sistema cardiovascular está formado por el corazón, las venas, las arterias y otros vasos sanguíneos más pequeños, que permiten la circulación de la sangre por todo el cuerpo. El veterinario comprobará el corazón de tu cachorro en la primera visita para comprobar que funciona perfectamente. Lo normal es que el cachorro tenga entre 110 y 120 pulsaciones por minuto (entre 90 y 100 cuando sea adulto).

El sistema urinario

Como en los seres humanos, el sistema urinario tiene la función de mantener el equilibrio del agua en el cuerpo y la de eliminar las toxinas. Como expliqué, cuando el perro orina elimina ciertos elementos químicos en la orina que desprenden olores que permiten a los perros comunicarse entre ellos, de ahí que la mayoría de machos, laman la orina de otros perros para obtener información.

El sistema digestivo

El sistema digestivo del perro está adaptado al grupo de los carnívoros. La digestión empieza en la boca, cuando mastica la comida. Sus dientes están preparados para desgarrar, cortar o destrozar la comida que ingiere y que descenderá hasta su estómago. Los ácidos del estómago del perro son tan potentes que pueden deshacer la comida en tiempo récord. De ahí la recomendación de sacar a hacer las necesidades al perro a los diez minutos de haber comido.

El sistema reproductor

Los cachorros macho tienen dos testículos que descienden al escroto hacia las 8 a 10 semanas de vida (exceptuando si son castrados). Por su parte, las hembras alcanzan su madurez hacia los 6 meses y entrarán en celo cada 6 a 12 meses (exceptuando si son esterilizadas).

El sistema nervioso

El sistema nervioso tiene la función de controlar todo el cuerpo desde el cerebro: las operaciones del cuerpo, de la respiración, incluso la termorregulación.

El sistema endocrino

El sistema endocrino está formado por diferentes glándulas que producen hormonas. Las más importantes, la glándula tiroidea, el páncreas, los ovarios y los testículos.

Has conocido un poco más el perro, desde sus orígenes hasta su interior. A la hora de elegir qué tipo de cachorro es el que más se adapta a nuestro perfil y a nuestro estilo de vida, hay que tener en cuenta muchas cosas.

Razas de perros